La Rectoral es una Casona asturiana del siglo XVII reconvertida con gran acierto a hotel rural, con categoría de cuatro estrellas. Está situada en Taramundi, en el extremo occidental de Asturias y ha sido uno de los establecimientos pioneros en el sector del turismo rural, hoy tan arraigado, de Asturias.
Se encuentra en un entorno natural precioso, rodeado de bosques de robles y castaños, con valles surcados por pequeños ríos trucheros. El edificio es del tipo de arquitectura tradicional asturiana, con mucha madera y mucha piedra, y ha sido rehabilitado con gran respeto por el entorno y el edificio original.
Dispone de dieciocho habitaciones dobles, muy amplias y cómodas, con grandes ventanales que se abren a los montes asturiano y algunas de ellas con terrazas o galerías. Todas las estancias disponen de cuarto de baño y las instalaciones y servicios propios de un establecimiento de su categoría: cuarto de baño, calefacción, aire acondicionado, teléfono, televisor, minibar y caja fuerte; además ofrecen servicio de habitaciones 24 horas.
Sus instalaciones ofrecen acogedoras zonas comunes donde pasar un rato de descanso: un amplio salón con chimenea, biblioteca, sala de lectura y de juegos y en el exterior una magnífica terraza y jardín.
Por las mañanas sirven un desayuno tipo buffet delicioso con productos de la tierra y dulces y bollería artesanas: tostadas de pan de hogaza, rosquillas artesanales, magdalenas caseras, variedad de mermeladas, embutidos, fruta, zumos, cafés e infusiones. Y para las comidas y las cenas disponen de un restaurante, El Mazo, con decoración rústica y tradicional una pequeña terraza con vistas a Taramundi y una carta con platos tradicionales de la gastronomía asturiana, como las fabes con rape y setas, ensalada de oricios, solomillo de ternera hojaldrado y postres caseros.
Desde La Rectoral se pueden realizar un sinfín de actividades relacionadas con la naturaleza: rutas senderistas, paseos a caballo, paseos a caballo por la ría del Eo y visitas a las localidades próximas, a su patrimonio y su cultura, como al interesante Museo Etnográfico de Os Texois.
Marga G.-Chas Ocaña